El 9 de noviembre de este año se quiere llevar a cabo una consulta
soberanista en Cataluña, fomentada y dirigida por los sectores más
reaccionarios de esta nación, como son CIU y sus socios de ERC. Esta
burguesía catalana está centrando todo su discurso en esta fecha en
especial, confundiendo a la clase obrera y haciendo que parezca que lo
realmente importante es única y exclusivamente la independencia de la
nación y que esta será la mágica solución para nuestra clase y para el
conjunto del pueblo catalán.
Hay que luchar contra la memoria selectiva que impera en este proceso, y
por ello queremos recordar, por ejemplo, las Olimpiadas del 92 en
Barcelona, donde hubo una brutal represión contra el independentismo;
torturas, control social, encarcelamientos... Y todo ello contaba con la
participación de los que ahora son los máximos portavoces del
chovinismo catalán, diciendo que quien saldría ganando sería la clase
obrera, aunque posteriormente se volvió a demostrar que quienes salían
beneficiándose eran los de siempre. De esta manera nos recuerdan al
discurso que actualmente adoptan, siempre sumergiendo sus verdaderas
intenciones.
Son los mismos que rechazan el derecho de autodeterminación de los
pueblos como son el palestino y el kurdo. Y no se esconden al mostrar
que el ejemplo de Israel, un estado fascista, es lo que quieren para
Cataluña. Nosotros con esto queremos mostrar el oportunismo de la
burguesía catalana, que se aprovecha de las circunstancias actuales para
potenciar este nacionalismo tan rancio que en ningún caso nos beneficia
como clase, más adelante desarrollaremos esta cuestión.
Como marxistas - leninistas entendemos que quien saldrá ganando en este caso es la burguesía.
Debemos hacer ver a la clase obrera que las intenciones de la burguesía
catalana, al realizar esta consulta, no vienen de un sentimiento
nacional herido basándose en la historia ni pretenden que salga ganando
el pueblo catalán, sino que la burguesía sólo entiende que su clase
mantenga y amplíe sus beneficios.
Se debe entender que no todo movimiento nacional es forzosamente
revolucionario, como vemos en este caso en particular. Suponiendo que
esta consulta saliera adelante y que Cataluña se convirtiera en un
Estado independiente, debemos entender que un Estado es una herramienta
de opresión de una clase sobre otra y que éste seguiría siendo burgués,
pues sólo habría un cambio de gobierno y la clase obrera seguiría siendo
la que sufre en el día a día las consecuencias del capitalismo incluso
de una manera más dramática, porque un grueso de la población escondería
estas penurias bajo el falso sentimiento nacional infundado.
No sería una victoria para la clase obrera, sería una acumulación de fuerzas para la clase dominante.
"Esto no significa, por supuesto, que el proletariado deba apoyar todo
movimiento nacional, siempre y en todas partes, en todos y en cada uno
de los casos concretos. De lo que se trata es de apoyar los movimientos
nacionales encaminados a debilitar el imperialismo, a derrocarlo, y no a
reforzarlo y mantenerlo. Hay casos en que los movimientos nacionales de
determinados países oprimidos chocan con los intereses del desarrollo
del movimiento proletario. Cae de su peso que en esos casos ni siquiera
puede hablarse de apoyo. La cuestión de los derechos de las naciones no
es una cuestión aislada, independiente, sino una parte de la cuestión
general de la revolución proletaria, una parte supeditada al todo y que
debe ser enfocada desde el punto de vista del todo. "
I. Stalin.
Desde que se dio a conocer esta consulta hemos sido conscientes del auge
de sentimiento chovinista que está viviendo Cataluña y de cómo la clase
obrera, deslumbrada con falsas esperanzas, adopta desgraciadamente su
discurso.
También podemos ver cómo organizaciones que se autodenominan socialistas
se suman a lo que viene dictado por la burguesía catalana. Éstas
afirman que son críticas con el proceso, pero que igualmente asistirán a
las urnas para hacer patente su voluntad. ¿Cómo puede ser que seas
crítico con algo y aun así sumes tus fuerzas a este proceso? Podríamos
afirmar que lo que se está haciendo desde estos sectores más
izquierdistas es seguidismo. Estas organizaciones no comprenden que lo
que se está llevando a cabo restará fuerzas a la clase obrera, como ya
hemos dicho anteriormente, y se suman a ello de manera reformista. No
las podemos calificar ni siquiera de revisionistas ya que no son ni
socialistas. Utilizan consignas confusas como es la de Independencia
para cambiarlo todo; primero la independencia, aprovechando el auge
nacional y aquello que viene dado por la burguesía catalana, y
posteriormente por un “socialismo” aún más confuso. Dentro del
capitalismo no hay forma posible de resolver los conflictos nacionales,
como tampoco podemos romper con la explotación que sufre nuestra clase.
De todos modos, está claro que estas organizaciones "izquierdistas"
reformistas se suman a cualquier iniciativa que satisfaga su sentimiento
nacional, no teniendo en cuenta (o sí), que dan fuerza y perpetúan el
imperialismo.
“Antes, la cuestión nacional se enfocaba de un modo reformista, como una
cuestión aislada, independiente, sin relación alguna con la cuestión
general del Poder del capital, del derrocamiento del imperialismo, de la
revolución proletaria. Dábase tácitamente por supuesto que la victoria
del proletariado de Europa era posible sin una alianza directa con el
movimiento de liberación de las colonias, que la cuestión nacional y
colonial podía resolverse a la chita callando, «de por sí», al margen de
la vía magna de la revolución proletaria, sin una lucha revolucionaria
contra el imperialismo. Ahora, este punto de vista antirrevolucionario
debe considerarse desenmascarado. El leninismo demostró, y la guerra
imperialista y la revolución en Rusia lo han corroborado, que el
problema nacional sólo puede resolverse en relación con la revolución
proletaria y sobre la base de ella; que el camino del triunfo de la
revolución en el Occidente pasa a través de la alianza revolucionaria
con el movimiento de liberación de las colonias y de los países
dependientes contra el imperialismo. La cuestión nacional es una parte
de la cuestión general de la revolución proletaria, una parte de la
cuestión de la dictadura del proletariado.
I. Stalin.
Como se entendía antes es como lo siguen entendiendo estas
organizaciones reformistas, que dividen la lucha en diferentes luchas
parciales pudiendo así crecer cuantitativamente. Como se entiende ahora
es como lo entendemos los marxistas-leninistas, que en ningún momento
dividimos la lucha sino que entendemos que la cuestión nacional forma
parte de la lucha de clases, de la revolución proletaria.
También podemos entrar a hablar de otro hecho como es el de engañar a la
clase obrera haciéndole creer que mediante las elecciones pueden
cambiar sus condiciones. Mediante una urna, el único cambio que se
realiza es un cambio de gobierno ya que, como bien dijo Engels, “el
sufragio universal es el índice de la madurez de la clase obrera y no
puede llegar ni llegará nunca a ser más en el Estado actual”. Las
democracias burguesas lo tienen todo bajo control y ninguna votación
hará tambalear sus estructuras. Hay que ir con la verdad por delante y
hacer ver a la clase obrera que conquistará el poder únicamente mediante
la revolución proletaria. Esto no quiere decir que estemos en contra de
todas las elecciones, pues si no caeríamos en el izquierdismo, pero sí
que sabemos analizar cuáles son las condiciones materiales adecuadas y
si éstas representan un avance o no para la clase obrera y, por tanto,
no nos sumamos a cualquier iniciativa de manera oportunista y
revisionista, como sí hacen otros.
"Solo los canallas o los bobos pueden creer que el proletariado debe
primero conquistar la mayoría en las votacionesrealizadas bajo el yugo
de la burguesía, bajo el yugo de la esclavitud asalariada, y que solo
después debe conquistar el poder. Eso es el colmo de la estulticia o de
la hipocresía, esto es sustituir la lucha de clases y la revolución por
votacionesbajo el viejo régimen, bajo el viejo poder."
V.I. Lenin.
Queremos remarcar nuestra firme oposición al españolismo y, por tanto,
no queremos sumar fuerzas con su imperialismo. Por esto, es necesario
concienciar a la clase obrera tanto del país opresor como de las
naciones y pueblos oprimidos de que luchando contra el enemigo común (el
capitalismo) podrán encontrar su plena independencia. Únicamente bajo
el marco de respeto mutuo podrá haber la unión libre y voluntaria de
todos los pueblos.
Desde Reconstrucción Comunista entendemos, como marxistas-leninistas,
que toda acción que enajene y debilite a la clase obrera debe ser
boicoteada, ya que la clase obrera debe tener claro que sólo en el
socialismo, como bien dijo Lenin, puede darse la plena independencia de
las naciones. Por tanto, únicamente apoyaremos aquellos movimientos de
liberación nacional realmente revolucionarios que representen un avance
para la clase obrera. Actualmente, el camino que está tomando divide y
flaquea, como se ha expuesto con anterioridad. Por ello, no sumaremos
fuerzas en este proceso ni caminaremos de la mano de la burguesía
catalana (ni de ninguna otra), pues este proceso perjudica a nuestra
clase y somos conscientes de que apoyándolo nos estaríamos convirtiendo
en traidores y seríamos cómplices del mismo, cayendo en el seguidismo.
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El 9 de novembre d’aquest any es vol dur a terme una consulta
sobiranista a Catalunya fomentada i dirigida pels sectors més
reaccionaris d’aquesta nació, com són CIU i els seus socis d’ERC.
Aquesta burgesia catalana està centrant tot el seu discurs en aquesta
data en especial, confonent a la classe obrera i fent que sembli que el
que realment és important única i exclusivament la independència de la
nació i que aquesta serà la màgica solució per a la nostra classe i pel
conjunt del poble català.
Cal lluitar contra la memòria selectiva que impera en aquest procés.
Volem recordar, per exemple, les Olimpíades del 92 a Barcelona, on hi va
haver una brutal repressió contra l’independentisme; tortures, control
social, empresonaments... I tot això comptava amb la participació dels
qui ara són els màxims portaveus dels xovinisme català, què deien que
qui sortiria guanyant seria la classe obrera, tot i que posteriorment es
va tornar a demostrar que els qui sortien beneficiant-se eren els de
sempre. D’aquesta manera, ens recorden al discurs que actualment
adopten, sempre submergint les seves veritables intencions.
Són els mateixos que rebutgen el dret d’autodeterminació dels pobles com
són el palestí i el kurd. I no s’amaguen en mostrar que l’exemple
d’Israel, un estat feixista, és el que volen per a Catalunya. Nosaltres,
amb això, volem mostrar l’oportunisme de la burgesia catalana, que
s’aprofita de les circumstàncies actuals per a potenciar aquest
nacionalisme més ranci, que en cap cas ens beneficia com a classe, més a
endavant desenvoluparem aquesta qüestió.
Com a marxistes – leninistes entenem que qui sortirà guanyant en aquest
cas és la burgesia. Hem de fer veure a la classe obrera que les
intencions de la burgesia catalana, en realitzar aquesta consulta, no
són per un sentiment nacional ferit basat en la història o perquè
busquin que surti guanyant el poble català, sinó que la burgesia només
entén de que la seva classe mantingui i amplií els seus beneficis.
S’ha d’entendre que no tot moviment nacional és forçosament
revolucionari, com veiem en aquest cas en particular. Suposant que
aquesta consulta tirés endavant i que Catalunya esdevingués un Estat
independent, hem d’entendre que un Estat és una eina d’opressió d’una
classe sobre una altra i que aquest seguiria sent burgés, on només hi
hauria un canvi de govern i la classe obrera seguiria sent la que pateix
al dia a dia les conseqüències del capitalisme, fins i tot d’una manera
més dramàtica ja que un gruix de la població amagaria aquestes penúries
sota el fals sentiment nacional infundat.
No seria una victòria per a la classe obrera, seria una acumulació de forces per a la classe dominant.
“Això no vol dir, és clar, que el proletariat tingui que recolzar tot
moviment nacional, sempre i a tot arreu, en tots i en cadascun dels
casos concrets. Del que es tracta és de donar suport als moviments
nacionals encaminats a debilitar l'imperialisme, a enderrocar, i no a
reforçar-lo i mantenir-lo. Hi ha casos en què els moviments nacionals de
determinats països oprimits xoquen amb els interessos del
desenvolupament del moviment proletari. Cau del seu pes que en aquests
casos ni tan sols es pot parlar de suport. La qüestió dels drets de les
nacions no és una qüestió aïllada, independent, sinó una part de la
qüestió general de la revolució proletària, una part supeditada al tot i
que ha de ser enfocada des del punt de vista del tot.”
I. Stalin.
Des que es va donar a conèixer aquesta consulta hem sigut conscients
d’aquest auge de sentiment xovinista que està vivint Catalunya, i de com
la classe obrera enlluernada amb falses esperances adopta,
malauradament, el seu discurs.
També podem veure com organitzacions que s’autodenominen socialistes es
sumen al que ve dictat per la burgesia catalana. Aquestes afirmen que
són crítiques amb el procés, però que igualment assistiran a les urnes
per fer palès la seva voluntat. Com pot ser que siguis crític amb
quelcom i tot i així sumis les teves forces a aquest procés? Podríem
afirmar que el que s’està fent des d’aquests sectors més esquerranosos
és seguidisme. Aquestes organitzacions no comprenen que el que s’està
duent a terme restarà forces a la classe obrera (com ja hem dit
anteriorment) i es sumen de manera reformista. No les podem qualificar
ni de revisionistes ja que ni tan sols són socialistes, amb consignes
confoses com és la de Independència per canviar-ho tot; primer la
independència, aprofitant l’auge nacional i el que ve donat per la
burgesia catalana, i posteriorment per un “socialisme” encara més
confós. Dintre del capitalisme no hi ha forma possible de resoldre els
conflictes nacionals, com tampoc podem trencar amb l’explotació que
pateix la nostra classe. Però està clar que aquestes organitzacions
esquerranoses i reformistes es sumen a quelcom que satisfaci el seu
sentiment nacional, sense tenir en compte (o si) que donen força i
perpetuen l’imperialisme.
Abans, la qüestió nacional s'enfocava d'una manera reformista, com una
qüestió aïllada, independent, sense cap relació amb la qüestió general
del Poder del capital, l'enderrocament de l'imperialisme, de la
revolució proletària. Es donava tàcitament per descomptat que la
victòria del proletariat d'Europa era possible sense una aliança directa
amb el moviment d'alliberament de les colònies, que la qüestió nacional
i colonial podia resoldre a la callada, "de per si", al marge de la via
magna de la revolució proletària, sense una lluita revolucionària
contra l'imperialisme. Ara, aquest punt de vista antirevolucionari s'ha
de considerar desemmascarat. El leninisme va demostrar, i la guerra
imperialista i la revolució a Rússia ho han corroborat, que la qüestió
nacional només pot resoldre en relació amb la revolució proletària i
sobre la base d'ella; que el camí del triomf de la revolució a
l'Occident passa a través de l'aliança revolucionària amb el moviment
d'alliberament de les colònies i dels països dependents contra
l'imperialisme. La qüestió nacional és una part de la qüestió general de
la revolució proletària, una part de la qüestió de la dictadura del
proletariat.
I. Stalin.
Com s’entenia abans és com ho segueixen entenent aquestes organitzacions
reformistes, que divideixen la lluita en diferents lluites parcials
podent així créixer quantitativament. Com s’entén ara és com ho entenem
els marxistes – leninistes, que en cap moment dividim la lluita sinó que
entenem que la qüestió nacional forma part de la lluita de classes, de
la revolució proletària.
També podem entrar a parlar d’un altre fet com és el d’enganyar la
classe obrera fent-la creure que mitjançant les eleccions poden canviar
les seves condicions. Mitjançant una urna l’únic canvi que es realitza
és un canvi de govern, ja que com bé va dir Engels, el sufragi universal
és l'índex de la maduresa de la classe obrera i no pot arribar ni
arribarà mai a més en l'Estat actual. Les democràcies burgeses tenen tot
sota control, i cap votació farà trontollar les seves estructures. S’ha
d’anar amb la veritat per davant i dir a la classe obrera que
conquerirà el poder només mitjançant la revolució proletària. Això no
vol dir que estiguem en contra de totes les eleccions, si no cauríem en
l’esquerranisme, però si que sabem analitzar quines són les condicions
materials adequades; si representen un avanç o no per a la classe
obrera. Per tant, no ens sumem a qualsevol iniciativa d’una manera
oportunista i revisionista, com d’altres.
"Només els canalles o els babaus poden creure que el proletariat ha de
primer conquerir la majoria en les votacions realitzades sota el jou de
la burgesia, sota el jou de l'esclavitud assalariada, i que només
després ha de conquerir el poder. Això és el súmmum de l'estultícia o de
la hipocresia, això és substituir la lluita de classes i la revolució
per votacions sota el vell règim, sota el vell poder.”
V.I. Lenin.
Volem remarcar la nostra ferma oposició a l’espanyolisme, i per tant no
volem sumar forces amb el seu imperialisme. Per això és necessari
conscienciar a la classe obrera tant del país opressor com de les
nacions i pobles oprimits de que lluitant contra l’enemic comú (el
capitalisme) podran trobar la seva plena independència. Només sota el
marc de respecte mutu podrà haver-hi la unió lliure i voluntària de tots
els pobles.
Des de Reconstrucció Comunista entenem que, com a marxistes –
leninistes, tota acció que alieni i afebleixi a la classe obrera ha de
ser boicotejada. Perquè la classe obrera ha de tenir clar que només en
el socialisme, com va dir Lenin, pot donar-se la plena independència de
les nacions. Per tant, només recolzarem aquells moviments d’alliberament
nacional realment revolucionaris que representin un avanç per la classe
obrera. Actualment, el camí que s’està prenent divideix i flaqueja, com
hem exposat anteriorment. Per això, no sumarem forces a aquest procés
ni caminarem de la mà de la burgesia catalana (ni de la de cap lloc),
ja que aquest procés perjudica a la nostra classe i som conscients que
ens estaríem tornant uns traïdors i seriem còmplices d’aquest, caient en
el seguidisme.